Fue figura de Libertad y por su mal comportamiento hoy iría tras las rejas

Dionicio Pérez, curiosamente lleva el apodo de Loco pero por su manera de jugar y desplazarse en la cancha. 

El delantero de 36 años, hoy defiende los colores del 24 de Setiembre de Areguá, un modesto equipo de la Segunda División, denominado División Intermedia, ya en el ocaso de su carrera.

Pérez tuvo su mejor nivel cuando entre el 2012 y 2013 fue una de las figuras del recién ascendido Deportivo Capiatá. 

Tan alto fue el nivel que llamó la atención de la comitiva dirigencial del Club Libertad, que lo quería en sus filas para las próximas temporadas venideras, al punto de comprar el pase a la entidad capiateña, de la ciudad de los mitos y las leyendas.

En el cuadro gumarelo, estuvo durante tres largos períodos donde, lastimosamente para él, sufrió una rotura de ligamentos cruzados, que lo mantuvo alejado de las canchas unos meses. 

Igualmente, las veces que se calzaba la camiseta gumarela, demostraba la potencia de su juego y su capacidad goleadora, dejando satisfechos a los directivos que confiaron en su trabajo.

Se coronó campeón en el 2014, doblemente consagrado, ya que ganó consecutivamente el Torneo Apertura y el Torneo Clausura de la Asociación Paraguaya de Fútbol.

Más tarde, no pudo retomar su nivel habitual y estuvo cedido a préstamo en varios equipos, al punto de no renovar su vínculo con la institución liberteña.

¿Irá a prisión?

Además de lo futbolístico, a Pérez se lo caracterizó por su carácter fuerte y de dar declaraciones sin pelos en la lengua. La última mala noticia para el jugador, fue que ocasionó un accidente con su vehículo, derribando el portón y la muralla de una vivienda particular. La policía lo aprehendió y a la espera de la resolución final, estará privado de libertad. Para mal suyo, la prueba de alcotest, resultó positiva.