Por Jorge Pinto
El partido entre Guaraní y Olimpia se le denomina el clásico más añejo del fútbol paraguayo, ya que son equipos con muchísima historia en el balompié nacional y por ser los primeros clubes que fueron fundados en tierra guaraní.
Se ha caracterizado estos partidos por tener mucho roce y mucha entrega. El partido se picó cuando el árbitro no pitó una doble falta, primero contra Facundo Zabala de Olimpia e inmediatamente después contra Rodrigo Amarilla, de Guaraní.
Rápidamente los jugadores de ambos equipos empezaron a lanzar puñetazos, golpes y empujones que no pasaron desapercibidos.
Rodrigo Muñoz encaró a Luis Zárate, Federico Santander intentó separar pero también recibió su parte y lanzó un contraataque.
Los integrantes de los suplentes y ambos entrenadores pisaron el campo de juego para intentar parar el momento caliente pero fueron consumidos por la situación del partido.
Mientras que en otros años podía tratarse de un partido de equipos que peleaban por el título, el juego fue hasta casi de mero cumplimiento, a pesar que el aborigen tenía la esperanza de alcanzar el segundo puesto del Torneo Apertura.
Guaraní tiene 32 puntos en el cuarto lugar a falta de una fecha para cerrar el campeonato, mientras que Olimpia cierra una pésima campaña en el séptimo puesto de la tabla de ubicaciones en puesto de clasificación solamente a la Copa Sudamericana con un Luqueño pisándole los talones en el octavo sitio.
05/07/2024
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